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Saturday, October 20, 2012

IRENKRITICA #1, Zombies en la Moneda, Saga Santiago


Reseña por Rodolfo Schmauk



Zombies en la Moneda, Saga Santiago
Escrito e Ilustrado por Equipo ZELM
256 páginas. Publicado por Mythica Ediciones, 2011

Tomé Zombies en la Moneda sin saber realmente que esperar. Había visto que estaba en todas partes, que llevaba ya cinco tomos publicados, que parecía ser el nuevo fenómeno del comic chileno, pero realmente no sabía nada. Me imaginaba una especie de compilación de historias con temática zombie en Chile, sin mucha cohesión ni estructura, cargada de humor y crítica social. Me equivoqué, y quedé gratamente sorprendido.
El libro que tengo es el volumen que recopila los tres primeros tomos, la llamada “Saga Santiago”. Es una buena publicación, de calidad, sin ser ostentosa (no piensen en papel couche ni tapas duras), que vale su precio. Complementa los tomos originales con algunas páginas más y pin ups, y aprovecha todo el espacio que tiene, agregando incluso imágenes en las solapas y contratapas. Lo único que eché de menos fueron los números de página.
Al comenzar a leer, lo primero que me vino a la mente fue el Informe Meteoro. Sí, ya sé, las comparaciones no son buenas, pero en la primera historia encontramos humor, crítica social, sátira política y farándula. Pensé que tenía entre manos un Informe que en vez de extraterrestres usaría zombies como “gimmick”, no muy alejado de lo que esperaba, la verdad. Sin embargo, con la segunda historia la cosa empezó a cambiar.
Zombies en la Moneda es un conjunto de historias interrelacionadas, lo que hace que el todo sea definitivamente más que las partes. En una comienzo las historias parecen ser todas independientes (y probablemente lo eran en su concepción), pero todas tienen un norte (La Moneda), y pasado un tercio del libro (que debe ser el primer tomo original), ya se empiezan a juntar los hilos para entre distintos guionistas y dibujantes contar una sola historia.
No me quiero detener a analizar las diferentes historias ni personajes, pero sí comentar algunas cosas que me quedaron luego de leer la saga completa (de Santiago, aún me faltan los otros dos tomos). Primero lo bueno: fue una muy buena decisión el hacer de todo una gran historia, manteniendo la libertad de contar sucesos a menor escala. Cada historia es independiente (salvo el último tercio, que ya es atar cabos), pero que con ciertos hilos hace avanzar la trama general. En ese sentido, es quizás en la primera parte donde se logran mejores historias dramáticas, sin ataduras de mover la trama general. Destaca sin dudas la que (según me confirmaron) cierra el primer tomo, escrita por Ángel Bernier e ilustrada por José Huichamán, siendo lo más alto de todo el libro, con un final que deja la boca abierta.
Por el lado de lo malo, creo que esa primera concepción más libre y con ánimos humorísticos terminó jugando en contra del todo. La historia en general es una de acción, aventura, suspenso y hasta terror. Las historias netamente humorísticas (la de los famosos del talk show que abre el volumen (e interrumpe en los siguientes tomos) y la de los otakus (cargantes a más no poder, con acotaciones sumamente forzadas, cuando había muchas otras más lógicas) sólo desvían la atención del verdadero corazón de esta obra.
Debo decir que el final tampoco me convenció, probablemente porque se había construido mucho, y no se logró que el clímax estuviese a la altura, incluso hasta se perdió un poco el norte, cambiando el tipo de amenaza. Sin embargo, eso no empaña el resto de la obra.
Otro punto que quiero aprovechar de tocar es el de la labor de editor. Aun cuando el libro como producto es muy bueno, y me encantaría que fuesen así todos los comics publicados en Chile, siento que el editor debe ir más allá de eso. Actualmente, por lo que veo, se encarga de aunar esfuerzos de guionistas y dibujantes, y llevar su obra hacia la publicación. Sin embargo, creo que él (o ella) debería participar más del proceso creativo general, y ser un guía, no sólo un mecenas.
El editor debería revisar los guiones y cambiar (o al menos sugerir que se cambie) lo que no funciona. Debería luego hacer lo mismo con los borradores y páginas terminadas. Leyendo las mismas biografías de los guionistas y dibujantes veo que hay muchos “inexpertos”, que publican en Zombies en La Moneda por primera vez. Es normal que cometan errores o equivoquen algunas decisiones. Es ahí donde el editor debe meter mano. Un ejemplo, de lo que recuerdo, es un grupo de diálogos que se sentía apelotonado en una burbuja. El texto puede haber estado bien, en un libro o en el mismo guión puede haberse leído sin problemas, pero en el comic mismo, no se veía natural. Las burbujas de diálogo no son simples espacios para poner texto, también marcan el ritmo de lectura, nos dicen pausas del personaje. Muchas veces, más que un punto aparte dentro de una burbuja, se requiere que haya dos burbujas (o más) para un solo personaje. Eso, en mi opinión, es una labor que el editor debe realizar.
Bueno, concluyendo, es un gran libro. ¿Tiene errores? Sí, claro, es muy difícil no encontrar cosas a mejorar en una obra colectiva, pero no me molestaría para nada que lo que venga en el comic chileno sea de esta calidad, y a penas termine de escribir esto, tomaré el próximo tomo y seguiré leyendo la saga de zombies a la chilena.