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Thursday, October 26, 2006

Lecturas irenkianas: "EL HOMBRE CORDILLERA 1 y 2", de LUIS ZÚÑIGA



¿Oyeron lo que dije?
¡Se terminaron las contemplaciones!
¡Viva la Cordillera de los Andes!
¡Muera la Cordillera de la Costa!
Nicanor Parra


Un colega lector de cómics, en un foro amigo, daba cuenta de su última compra en el renovado mercado del cómic chileno....:

"Compré [el HOMBRE CORDILLERA] pero no lo he leído todavía. Me desanimó que se
hiciera tanta autopublicidad en la tapa 2, la tapa 3 y la contraportada."

Justamente, el afán del autor del HOMBRE CORDILLERA (HC en adelante) por promocionar su producto en la tapa 2, en la 3, en la 4 y en donde haga falta y haya espacio entrega una clave muy específica de cómo acercarse al "inimaginable HC"....

Ese autobombo es en verdad un juego ficticio, que revela la verdadera naturaleza de este proyecto: basta echar una ojeada a esas portadas de números futuros y constatar que son homenajes a las portadas clásicas de Marvel y DC, que no son "verdaderas" (por mucho que planifique la salida de su nº 50... ya había anunciado una portada nº 2 que no coinicidió con el nº 2 "real") y que no son una o dos. Ni cuatro ni cinco. Son muchas. Muchisimas. Casi demasiadas.

Lo que Luis Zúñiga hace en el nº 1 y nº2 del HC no es realente contar una historia del Hombre Cordillera propiamente tal, sino que se dedica a sacar del sombrero todo un mainstream, modelando su producto según una tradición (ficticia) y unas leyes de mercado (ficiticias), a imagen y semejanza de las antiguas DC y MARVEL…

Si se busca un clave para leer el HC, esta no debe ser la ORIGINALIDAD (¿cuantos homenajes hay en el origen del HC y de su eventual sidecick?) ni tampoco en la IRONÍA, sino en la MONUMENTALIDAD (bueno, por algo el hombre es Cordillera, ¿no?):

Es por el afán de monumentalidad que Luis Zuñiga no ficcionaliza un par de portadas, como decíamos al principio, sino ¿cuántas? ¿10, 20, 25? (Y todas rotuladas, perfectamente “usables” en el futuro)....

Si se presentan los enemigos, no se muestra simplemente a su Némesis, ni a 2 o 3 villanos privilegiados, sino a que se muestra y comenta a ¡13!, uno por uno, 13 viñetas…

Si en un texto de propaganda enumera las historias del “pasado” del HC... ese pasado ficticio del que hablabamos anteriormente, uno donde HC lleva años o décadas en el mercado nacional, haciéndose alusión a las épocas de oro, plata, metal o cartón del cómic chileno… El chiste de la era del cartón es bueno, y prepara para la lectura irónica: pero la avalancha de ¿cuántos títulos citados? ¿40, 50, 100? Desactiva de inmediato la ironía y revela quién es el autor y cuál es su enfermedad: eso es pasión, es obsesión, es amor por lo que ha creado...

Pero como dijo un literato ciego, el amor es la única religión cuyo dios es falible... así que ¡ojo, Luis Zúñiga!:

¡¡El proyecto es bueno, la intención fructífera… pero ahora los lectores necesitamos que se nos cuente efectivamente una historia del Hombre Cordillera, donde realmente pase algo!!!!!!

Los simulacros ya hicieron su trabajo.

3 comments:

Carlos Reyes Bastías said...

Preciso el comentario iñor, no se pegó ningun spoiler o adelanto significativo lo cual se agradece para poder adquirir la publicación, pero también su comentario sirve de guía a la hora de leer este proyecto...

CONTRERAS said...

a mi me gustó eso de la publicidad y las portadas ficticias, de verdad tuve una sensacion de todo un universo de superheroes, con esas frases entusiastas y autpromotivas jajaja se nota que el autor es apasionado por el comic

sigan adelante!

Anonymous said...

ya, me compré el hombre cordillera, claro que deja con gusto a poco pero eso es bueno.

Lo que no me gustó e incluso me decepcionó mucho es la senda falta de ortografía de la segunda viñeta en la primera página de la historia "...todo iva bien..."

que salga el otro número mejor.

slds