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Friday, November 26, 2010

IRENKOMENTARIO: BLANCO EXPERIMENTAL Edición Impresa

Dando vueltas por el centro el pasado sábado, encontré que el largamente pospuesto y esperado comic Blanco Experimental ya estaba disponible. Si no saben de qué se trata, les comento un poco la historia del proyecto.


Hace como dos años comenzó a publicarse en internet una revista en formato PDF llamada Blanco Experimental, formada por varios comics pequeños e independientes, tanto chilenos como de otros países latinoamericanos. La revista sigue publicándose por ese medio, y ya lleva 21 números al momento de escribir esto.

Gracias al buen recibimiento, al financiamiento del fondo de la lectura, y a la gestión del creador/editor, la revista pudo dar el salto a la publicación física, que desde el 20 de noviembre está en librerías. Al igual que la versión digital, esta consta de diferentes comics de entre 6 y 10 páginas de longitud, y según entiendo es todo material original, no recopilado de la revista. Vamos pues al grano.

Físicamente es un libro grande, de casi 30x20 cms, 120 páginas y tapa semi dura. Digo “semi”, porque es de, al parecer, cartón piedra, pero se queda a medio camino entre un prestige y un hardcover real, ya que las tapas sí se doblan, y al menos en el caso de mi ejemplar, diría que el mismo pegamento usado para sostener todo junto generó cierta ondulación en la cubierta. Pienso que la falta de experiencia de la editorial (y esto es pura especulación, en la que puedo pecar de ignorante) llevó a elegir mal los materiales y la terminación, tratando de darle un  mejor aspecto de tapa dura, llegaron a un terminado medio amateur.  De hecho, las tapas se abren hasta atrás, sin dejar un espacio para que se sostengan a las hojas, lo que llevó rápidamente a que la cubierta quedara apenas unida al resto del libro.

Las hojas por su parte se ven firmemente pegadas, son de papel couché de alto gramaje, y la impresión es bien buena.  Por dentro la calidad es impecable, de hecho, el problema se produce solo con la cubierta, lo que es una lástima.

Sobre las historias, este (ojalá primer) volumen contiene 9 comics de variado estilo y temática, y como sería esperable, variada calidad y resultados. Antecediendo a cada una, hay una pequeña biografía literaria del autor

No creo que tenga mucho sentido analizar una a una, considerando su extensión, sino más bien aprovechar de dar una apreciación general del libro. Siento que la decisión editorial (así expresada en la introducción) de dar total libertad creativa a los autores jugó un poco en contra, así como el hecho de contactar sólo dibujantes. Sólo uno de ellos hizo tándem con un guionista, no sé si porque ya habrá tenido hecho o avanzado el trabajo que incluyó acá, o porque le pareció una mejor decisión, pero a la luz del resultado contrastado con el resto, definitivamente parece que era el camino que debía seguirse.

Al parecer el editor y creador del comic viene de la línea del dibujo, lo que puede haber provocado el sesgo, pero el resultado es que hay mucho arte muy bueno, e historias esbozadas que no alcanzan a entregar todo lo que podrían haber dado. Tomemos por ejemplo la primera historia, de Amancay Nahuelpan, que ya se había visto en “Hijos de P”. El dibujo y la narración gráfica son excelentes, con una clara influencia de Frank Miller en ambos aspectos. Sin embargo, en sus escasas páginas, se quede en lo que podría ser un teaser, un prólogo y no una historia completa. Demuestra su habilidad como dibujante, no así como contador de historias. Creo que este comic pasará a ser una gran adición a su portfolio para mostrar a editoriales, pero claramente uno se queda con ganas de más.


Algo similar pasa con la historia de Cristóbal Jofré, quién para mi sorpresa es un abogado que dibuja como hobbie. Tiene dibujos muy buenos (hay algunas perspectivas medio raras, pero perfectamente perdonable), pero la historia, que parte prometedora, termina en nada, siendo una pobre excusa para dibujar una pelea. Los diálogos también sufren, algo que podría haberse arreglado fácilmente de pedir ayuda a algún guionista del medio, o incluso si el editor hubiese optado por hacer una labor más allá que solo aunar los esfuerzos y coordinar, efectivamente haciendo edición del contenido. Quizás la misma etiqueta de “experimental” le dio a los autores esa libertad de no entregar el 100%, y al editor la de dejar las cosas como le llegaran. Entiendo por el prólogo que no hubo selección o convocatoria, sino que se le pidió a estos 9 artistas su contribución.

Hay un par de comics que hacen gala de la experimentalidad, probando y uniendo diferentes técnicas para narrar lo que parecen ser desordenadas historias (como La pelea).  Algunos logran mezclar técnicas con un mejor resultado, como es el caso de Nicolás Pérez de Arce.

Lo más logrado es, sin duda, Mocha Dick, de Gonzalo Martínez con guion de Francisco Ortega (quién no aparece en el índice, por cierto). Puede ser la profesionalidad o los años de circo de Gonzalo, o el hecho de la existencia del guionista como ente aparte, pero como historia resulta ser la más redonda, con un dibujo que acompaña e invita a seguir leyendo.

La suma del todo deja un sabor agridulce. Es una buena edición, con un par de cosas muy buenas, pero que al final da la sensación de ser un fanzine con valor de producción muy bueno, en que algunas cosas lograron destacar. Talento, sin duda hay mucho, pero parece que faltó una mano con más experiencia que lo encausara.

Oajalá este sea solo el primer número físico de muchos de Blanco Experimental, y que en el futuro  haya mayor trabajo editorial, quizás una selección entre una convocatoria o incluso temáticas específicas. El esfuerzo vale la pena, y hay artistas que deben y merecen mostrarse en un escaparate como es un libro con este valor de producción. Eso incluye a guionistas, los que acá fueron dejados de lado.

Es importante recalcar en cualquier caso la gestión del originador del proyecto. Más de 20 números periódicos no los logra cualquiera, ya sea on-line o físico, y es destacable el hecho que la  introducción la haya hecho Alejandro Jodorosky, en la que pude ser su primera participación en un comic nacional. Eso no debe haber sido fácil de conseguir, y habla también muy bien del auge que está experimentando el medio. De paso, mencionar también la impecable portada de Gabriel Rodríguez, uno de los dibujantes chilenos que está triunfando en el extranjero.


Rodolfo Shmauk

Guionista Informa Meteoro

2 comments:

Humorsobrenada said...

interesante tu visión. No he tenido la oportunidad de tener en mis manos la versión física de ésta revista y has dejado muy en claro varios aspectos de ella.

Saludos.

José Huichamán said...

Nos interesa también saber tú opinión, así que si llegas a conseguir la revista luego nos dejas un nuevo comentario.